Publicado en Apuntes de aprendiz

Conexión || desconexión || reconexión


Esa pareciera ser la dinámica en las relaciones interpersonales. Es como la batería del celular: siempre que la carguemos -cada tanto- tendrá el suministro de energía suficiente para que todo funcione bien. Pero cuando la relación se descuida o sufre un daño grave, la batería chilla por un tiempo y luego se descarga porque nadie ya se interesa por un cargador, y eso repercute en el apagado general. Todo queda resumido a una pantalla negra, a nada. Pero es allí cuando aparecen momentos que permiten la reconexión. Quizá no llenan la batería de una vez, pero permiten que las barritas de energía vayan subiendo de a poco nuevamente. Y eso es un avance.

Conexión|| desconexión ||  reconexión

Gozamos de esos instantes de enlaces, de lazos, de concatenación con otros; pero como «todos somos normales HASTA que nos conocen», muchas veces sobrevienen cortocircuitos e interrupciones [fallamos y nos fallan]. Y nos quedamos sin batería 😦 y sin una persona menos en nuestras vidas. Allí entra la madurez para procurar restablecer la relación nuevamente [si vale la pena]. Se trata de buscar los «momentos enchufes» para resucitar a las barritas de energía de la amistad.

Y paulatinamente, volveremos a reconectarnos. Y empezará de vuelta el círculo: los buenos tiempos… las pruebas… y el chirrido de «batería baja». Pero tranquilos/as, nada que un buen cargador o una buena conversación no puedan solucionar.

8 comentarios sobre “Conexión || desconexión || reconexión

  1. pero no pega que la otra persona nii escuche el sonidito de «bateria baja» de la amistad y vos ahi buscando un cargador por todas partes..hay amistades que se apagan por mil razones ajenas a uno mismo..eso es malo?? (verdad q no!)

  2. Con relación al «todos somos normales hasta que nos conocen», yo creo que «todos somos extraordinarios hasta que nos conocen». Al menos, yo pienso así.

    1. respeto tu opinión, Coco. Por supuesto que conociendo de cerca a una persona te das cuenta de lo extraordinaria que es, pero también te das cuenta de sus fallas de carácter [de esos que de lejos no notás], y somos así, imperfectos, pero vamos puliéndonos con el tiempo. El veredicto final no es que somos todos raros, sino que somos reales.

  3. Impecable y muy oportuno como siempre Narucita! como cuesta este tema de las relaciones personales! diste en el clavo una vez más con los ejemplos!

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