Publicado en Iglesia emergente

Somos artesanía


Somos hechos artesanalmente, no producidos en serie. La idea de que Dios es un artesano y no un fabricante cambia toda ecuación. Efesios 2:10 dice que “somos hechura de Dios…”, somos una figura de barro moldeada por las manos del artesano del Universo.

Dios no nos hace en serie, cada persona es única, es original, tiene sus tiempos, sus formas, sus luchas, sus talentos, sus estilos de aprendizaje, sus gustos, sus temperamentos, sus debilidades, su historial, su árbol genealógico, en fin, su mochila individual. ¡Y qué reconfortante saber que no somos producto de una fábrica de la fe, sino de un taller artesanal de donde salen obras maestras irrepetibles!

Partiendo de ese principio, hay un dilema por superar: “producir gente en serie”. ¿Qué significa eso? Es querer imponer una talla universal de crecimiento. Es establecer una medida convencional, como en las fábricas, y procurar que todos aprendan, se desarrollen y reaccionen bajo el mismo molde, al mismo tiempo. Pero esa metodología sólo lleva a que calquemos la fe de otros y terminenos frustrándonos. En términos de crecimiento espiritual e incluso educacional, hay que acabar con eso de la “cadena de montaje”.

El Dios artesano ama el arte y la creatividad. Él imprime un sello personal a cada obra suya, a diferencia de los fabricantes, que lo producen todo en serie. El Dios artesano busca lo singular, lo extraordinario, y que cada uno sea la mejor versión de sí mismo.

El mensaje es éste: descubran la peculiaridad. ¿Acaso Jesús dio el mismo trato a todos? No. Él conocía a profundidad el temperamento, las debilidades y fortalezas de las personas. Sabía qué decirles y cómo, qué les entusiasmaba y qué no. Él desarrolló el máximo potencial en sus discípulos porque se tomó el tiempo de conocerlos. Augusto Roa Bastos dijo en una entrevista una vez: “Todos somos libros, solamente que nos faltan lectores”. Pregunto: ¿nos tomamos el tiempo suficiente de leer a las personas?

En palabras de John Ortberg a veces “somos como David tratando de caminar con la armadura de Saúl”.

Lo que funciona para unos, puede no aplicarse para todos. Hay quienes aprenden mejor mirando, otros escuchando, otros haciendo, otros hablando, otros en grupo, otros solos, otros a través de la imaginación. Algunos son introvertidos, otros extrovertidos. En conclusión, un plan de crecimiento sostenible implica más bien una arcilla maleable antes que la automaticidad de un botón. Somos artesanía, ¡y gloria a Dios por eso!

4 comentarios sobre “Somos artesanía

  1. Hola Naru…
    Es así, somos artesanía de Dios, únicos/as y irrepetibles, exclusivos, versión limitada! Solo EL nos da ese privilegio de saber que no hubo, no hay ni habrá 2 personas iguales. y GRACIAS A DIOS por eso, a veces ser uno mismo cuesta, cuando en esta sociedad la vanidad y el consumismo a uno lo presiona, pero ahí esta nuestra fortaleza y fe en Papa Dios en seguir nadando contra la corriente, y NO permitir que nos lleven al montón. Sabias palabras como siempre! Buen inicio de semana. 😉 Saludos!

  2. juuusto como siempre!! jajaja mañana tengo q dar una clase sobre el crecimiento y todo eso y mira con lo q me encuentro..
    pero esta dificil acordarnos de esto, creo q tendemos a pensar q la forma q nos funcionó a nosotros les TIENE QUE funcionar a los demas..

    esperado post!! pero en su justo momento =)

  3. Pensar que hay grandes teoricos de la comunicación que niegan incansablemente a Dios y su capacidad creadora. Sin embargo cada uno de sus ideas no hscen más que reafirmar lo que hace miles de años había sido escrito y revelado… Esta genial esta columna. Me encantó.

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