Publicado en Apuntes de aprendiz

El socavón


Existe un fenómeno denominado socavón, que es el «hundimiento del suelo por haberse producido una oquedad subterránea». Leyendo al respecto, no pude evitar usar esto como ilustración para nuestra vida pública [la superficie] y nuestra vida privada o interior [lo subterráneo]. Verán, todo puede estar marchando bien «allá arriba», pero silenciosamente se puede estar formando un hueco subterráneo por culpa del descuido y la sobrecarga. Muchas veces la superficie es aparentemente tan exitosa y bien vista que no delata que unos metros bajo tierra hay una situación de emergencia: no hay fundamento, hay un hoyo que terminará succionando -tarde o temprano- todo lo que se encuentre en la superficie.

De la nada, sin ninguna sirena alarmante, sin un temblor de pre-aviso, súbitamente ¡¡BUMMM!!, todo se hunde. Ya en el post «En busca del oro» mencionaba la importancia de no descuidarse por dentro. O si no, pregúntenle a los ejecutivos que entran en la lista Forbes 500 pero que terminan divorciándose por ser workaholic; a Britney Spears rapada; a medio Hollywood entrando a rehabilitación; a jóvenes deprimidos; a gente estresada…

El fundamento de nuestra vida: ¿está en el bolsillo, en el rostro bonito, en quién me conoce o a quién de influencia conozco yo, en los eventos a los que me invitan, en los chiches tecnológicos que poseo, en los trofeos, en los títulos universitarios y Ph D.?

Saben, todo eso da satisfacción, pero es la superficie. Me valgo de John Ortberg, quien en su genial libro «Cuando el juego termina todo vuelve a la caja», exhorta a colocar etiquetas sobre ciertas superficies con la palabra: «pasajero».

El dinero: PASAJERO.

El rostro bonito: PASAJERO.

Los eventos: PASAJEROS.

Los Ipad, IPhone, Ipod, laptops, celulares, la TV: PASAJEROS.

Los trofeos: PASAJEROS.

Los títulos universitarios: PASAJEROS.

Y la lista se puede engrosar.

En contraposición a lo pasajero, ¿a qué etiquetamos como «eterno», como trascendente, como lo que vale «oro», como el fundamento subterráneo? ¿A Dios, a la familia, a los amigos, al legado…?

El socavón es el hundimiento de tu suelo por no haberle prestado atención a tu orden interior, el que pone la base de tu vida. Irónico es, tenemos varias herramientas para organizar nuestra vida pública: calendarios on-line/de mesa/de celulares, agendas, planificadores, gestores de tareas y derivados. Pero ¿qué de lo interno? ¿Cuánta importancia le damos?

La clave es ordenarnos por dentro para funcionar por fuera, no al revés. Aunque la superficie pueda sufrir presión y cargas, si hay un buen cimiento, todo se soporta. Proverbios 4:23 dice:

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.

Tenemos que elegir guardar nuestro corazón, cuidar que no exista «oquedad subterránea», sino un buen terreno, sobre el que pueda descansar tranquilamente nuestra casa.

2 comentarios sobre “El socavón

  1. …hay un hoyo que terminará succionando -tarde o temprano-… sabias palabras!
    Sin mentir, esta frase lo tomé como venganza.. xq automaticamente asocié a mi pasado Naru al primer vistazo..leyendo mas, comprendi q si o si la vida t pasa la factura de acuerdo a tus acciones por tanto todo lo q al instante mal pense (jajaja) deje en manos de Dios, m autoanalize y tb vi q no hay puntos de comparacion en los tiempos, por tanto puedo decir con esto q tengo buen cimiento, jejejeje…Naru, gracias una vz más…en el momento oportuno!

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